A las diez de la noche de ayer dio comienzo el sonado concierto de los irlandeses U2. Las expectativas fueron superadas cuando el internacional grupo de música consiguió llenar al completo el Estadio Olímpico de la capital Hispalense, alrededor de 80.000 personas formaron cola hasta entrar en las dependencias del edificio.
Subidos en un escenario circular previsto para poder ser visto desde todas las gradas, el conjunto musical, durante dos horas, comenzó a expandir canciones de su nuevo álbum "No Line on the Horizon" sin olvidar temas anteriores como "Sunday Bloody Sunday" o "Walk On" que dedicó al movimiento opositor iraní "Revolucion Verde" y a la presa política birmana Aung Suu respectivamente.
Unido a un escenario de 45,7 metros de altura una gran gama de luces y efectos audiovisuales acompañaban a las canciones del grupo. Alrededor del escenario personas de todos los lugares y de todas las edades.
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